PROYECTO: IRÁS Y
NO VOLVERÁS (título provisional)
I.-Antecedentes.
El escenario es un Colegio Mayor de una ciudad universitaria
provinciana en los últimos años del franquismo. La narración, en primera
persona, comenzará in media res. Apunto
aquí los antecedentes precisos para entender el relato.
En un periodo anterior se han logrado ciertas reformas,
impulsadas por los estudiantes y
aceptadas, con habilidad pero mala fe, por la Dirección. La principal, que los
estudiantes elijan a sus representantes y estos formen parte del consejo rector
del Colegio, interviniendo en planificar las actividades culturales y resolver
cuestiones de orden cotidiano. Pero los representantes tardan poco en darse
cuenta de que con ese director no se puede hacer nada. Hay que lograr que lo
destituyan. Pero necesitan encontrar un motivo para pedir su dimisión.
La ocasión surge una noche: el pollo. Vuelve a haber pollo
para cenar, la gente se planta y nadie entra al comedor. No es la 1ª vez. Pero
aquí hay un plus. Sin contar con nadie, a un novato se le ocurre llamar al
diario local y contar lo que ha pasado. Y al día siguiente, el periódico
publica la noticia: “Huelga de hambre en el Colegio Mayor”
La reacción del director es contundente y torpe: expulsa al muchacho.
Y los delegados ya tienen el mártir que precisan. Pero el chico es hijo de un
importante empresario de la región y dos días después reaparece con sus padres.
Hay peligro de que lo readmitan.
II.- Proyecto de
relato: El relato empieza en este punto y lo anterior se irá contando, de
manera fragmentaria o con intercalaciones, en el curso del mismo.
Los cinco delegados se han reunido en la biblioteca del Colegio para
ver qué hacen. No son amigos, sino aliados. Uno de ellos es el narrador. Todos
son el producto de una alianza negociada para confeccionar una candidatura
unitaria, que logró el triunfo porque ellos estaban organizados y los demás no.
Hay dos de Derecho, el narrador y Guillermo, que es el más veterano, al que los
demás contemplan con suspicacia. Otros dos son de Filosofía: Angustio, el de ideas más radicales,
pero un tanto mediatizado por el temor, y Lito, que es más radical de conducta
que de ideas. El 5º, Bernabé, de Medicina, es, con el narrador, el más
moderado, y el de perfil más bajo.
Hay un personaje adicional de cierta relevancia. Está en la
reunión porque es el bibliotecario. Es amigo del narrador, y se llama Berto,
aunque la mayoría le llama Bertoldo. Bertoldo es una mezcla de apariencia
rústica y agudeza mental. No le gusta figurar, pero sí influir sobre los demás por
medio del narrador. Juega a la eminencia
gris y lee a Maquiavelo.
En el capítulo inicial se decide secuestrar al novato para
impedir que se pueda formalizar su readmisión. Tras algunas peripecias, logran
su objetivo: no hay readmisión.
Asegurado esto, los delegados redactan su petición de
dimisión del director por haber expulsado a un colegial sin consultar con el
consejo rector. Se reúne a la gente y se logra que casi todos firmen la petición.
Sólo 4 o 5 se niegan.
Sigue una escena en que se pide la dimisión al director en
una reunión con todos los colegiales. El director contesta en términos algo
despectivos, y cuando se marcha hay un amago de abucheo.
Pero el director no va a dimitir, y los delegados entonces recurren a instancias
superiores: el gobernador civil (el Colegio Mayor es una institución estatal) y
el rector de la Universidad. El gobernador civil los recibe con buenas palabras.
Pero el rector, un personaje de mucho más relieve, pues es Consejero del reino,
no se da por enterado. Se entra en un impasse.
En el curso del mismo, empieza a cundir el desánimo, y se
insinúa la sospecha de alguna traición, pues hay indicios de que el director se
entera de antemano de lo que ellos han decidido hacer. Eso genera disensiones entre los
delegados. En este intervalo hay algunos actos “terroristas” cometidos por el
narrador y Lito, a espaldas del resto. Se ponen algunos petardos, con sorprendente éxito. La gente necesita bombas,
dice Lito.
Una propuesta legalista de Guillermo, que se discute mucho,
logra que en un plazo más breve de lo esperado, el rector llame a los
delegados. Pero la reunión tampoco produce resultados. Y para entonces, se está
acabando el curso, la gente está de exámenes y el “sálvese quién pueda” empieza
a sonar. Cuando a primeros de julio, el narrador se marcha del Colegio, sabe
que no volverá nunca más.
Hay un primer epílogo,
a finales de Julio. Uno de sus compañeros le cuenta al narrador a quién han
nombrado subdirector del Colegio. Eso confirma la sospecha de traición.
Un segundo epílogo, a finales del verano, trae una noticia
inesperada. Unos días antes de comenzar el curso, tras impedir la vuelta al
Colegio de la mayoría de los estudiantes, el director es destituido. Pero es un
triunfo tardío y ya inútil.
En un tercer epílogo, un encuentro del narrador, veinte años
después, relatará al lector el devenir de algunos de los personajes.
No hay comentarios:
Publicar un comentario