11/11/16

PROYECTO:      IRÁS Y NO VOLVERÁS (título provisional)

I.-Antecedentes. 
El escenario es un Colegio Mayor de una ciudad universitaria provinciana en los últimos años del franquismo. La narración, en primera persona, comenzará in media res. Apunto aquí los antecedentes precisos para entender el relato.
En un periodo anterior se han logrado ciertas reformas, impulsadas por los estudiantes  y aceptadas, con habilidad pero mala fe, por la Dirección. La principal, que los estudiantes elijan a sus representantes y estos formen parte del consejo rector del Colegio, interviniendo en planificar las actividades culturales y resolver cuestiones de orden cotidiano. Pero los representantes tardan poco en darse cuenta de que con ese director no se puede hacer nada. Hay que lograr que lo destituyan. Pero necesitan encontrar un motivo para pedir su dimisión.
La ocasión surge una noche: el pollo. Vuelve a haber pollo para cenar, la gente se planta y nadie entra al comedor. No es la 1ª vez. Pero aquí hay un plus. Sin contar con nadie, a un novato se le ocurre llamar al diario local y contar lo que ha pasado. Y al día siguiente, el periódico publica la noticia: “Huelga de hambre en el Colegio Mayor”
La reacción del director es contundente y torpe: expulsa al muchacho. Y los delegados ya tienen el mártir que precisan. Pero el chico es hijo de un importante empresario de la región y dos días después reaparece con sus padres. Hay peligro de que lo readmitan.

II.- Proyecto de relato: El relato empieza en este punto y lo anterior se irá contando, de manera fragmentaria o con intercalaciones, en el curso del mismo.
Los cinco delegados se  han reunido en la biblioteca del Colegio para ver qué hacen. No son amigos, sino aliados. Uno de ellos es el narrador. Todos son el producto de una alianza negociada para confeccionar una candidatura unitaria, que logró el triunfo porque ellos estaban organizados y los demás no. Hay dos de Derecho, el narrador y Guillermo, que es el más veterano, al que los demás contemplan con suspicacia. Otros dos son de Filosofía: Angustio, el de ideas más radicales, pero un tanto mediatizado por el temor, y Lito, que es más radical de conducta que de ideas. El 5º, Bernabé, de Medicina, es, con el narrador, el más moderado, y el de perfil más bajo.
Hay un personaje adicional de cierta relevancia. Está en la reunión porque es el bibliotecario. Es amigo del narrador, y se llama Berto, aunque la mayoría le llama Bertoldo. Bertoldo es una mezcla de apariencia rústica y agudeza mental. No le gusta figurar, pero sí influir sobre los demás por medio del narrador. Juega a la eminencia gris y lee a Maquiavelo.
En el capítulo inicial se decide secuestrar al novato para impedir que se pueda formalizar su readmisión. Tras algunas peripecias, logran su objetivo: no hay readmisión.
Asegurado esto, los delegados redactan su petición de dimisión del director por haber expulsado a un colegial sin consultar con el consejo rector. Se reúne a la gente y se logra que casi todos firmen la petición. Sólo 4 o 5 se niegan.
Sigue una escena en que se pide la dimisión al director en una reunión con todos los colegiales. El director contesta en términos algo despectivos, y cuando se marcha hay un amago de abucheo.
Pero el director no va a dimitir,  y los delegados entonces recurren a instancias superiores: el gobernador civil (el Colegio Mayor es una institución estatal) y el rector de la Universidad. El gobernador civil los recibe con buenas palabras. Pero el rector, un personaje de mucho más relieve, pues es Consejero del reino, no se da por enterado. Se entra en un impasse.
En el curso del mismo, empieza a cundir el desánimo, y se insinúa la sospecha de alguna traición, pues hay indicios de que el director se entera de antemano de lo que ellos han decidido  hacer. Eso genera disensiones entre los delegados. En este intervalo hay algunos actos “terroristas” cometidos por el narrador y Lito, a espaldas del resto. Se ponen algunos petardos,  con sorprendente éxito. La gente necesita bombas, dice Lito.
Una propuesta legalista de Guillermo, que se discute mucho, logra que en un plazo más breve de lo esperado, el rector llame a los delegados. Pero la reunión tampoco produce resultados. Y para entonces, se está acabando el curso, la gente está de exámenes y el “sálvese quién pueda” empieza a sonar. Cuando a primeros de julio, el narrador se marcha del Colegio, sabe que no volverá nunca más.
Hay un  primer epílogo, a finales de Julio. Uno de sus compañeros le cuenta al narrador a quién han nombrado subdirector del Colegio. Eso confirma la sospecha de traición.
Un segundo epílogo, a finales del verano, trae una noticia inesperada. Unos días antes de comenzar el curso, tras impedir la vuelta al Colegio de la mayoría de los estudiantes, el director es destituido. Pero es un triunfo tardío y ya inútil.  

En un tercer epílogo, un encuentro del narrador, veinte años después, relatará al lector el devenir de algunos de los personajes.

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